Para que, por ejemplo un reloj, funcione correctamente, todos sus engranajes deben estar bien conectados entre ellos ya que uno depende del otro. Pues, en este caso, los engranajes de la piscina son el cloro y el pH, ambos deben estar bien equilibrados para que su funcionamiento sea eficaz.
¿Qué es el pH del agua?
Significa «potencial de hidrógeno», e indica la concentración de iones de hidronio (H3O) presentes, en este caso, en el agua de la piscina.
Escala del ph
¡Garantiza un equilibrio ideal del agua!
Para la comodidad de los bañistas y un perfecto equilibrio del agua (índice de Langelier), el valor del pH debe estar entre 7,2 y 7,4 para, entre otras cosas, garantizarnos:
– La eficacia del tratamiento desinfectante. Si el pH no es adecuado, el cloro no actúa adecuadamente.
– La claridad del agua.
– El confort de los bañistas.
– La buena conservación de los revestimientos.
Como se aprecia en la imagen, si el nivel de pH no es el ideal, la eficacia del cloro (o del desinfectante que utilices) se reduce enormemente, por lo que tu piscina no estará bien desinfectada.
Por tanto, lo recomendado para equilibrar el agua (siempre que sea necesario) es seguir este orden:
1º Análisis del pH y posterior ajuste.
2º Análisis del cloro libre y cloro total y posterior ajuste.
Fuente: Quimipool